Por KIM TONG-HYUNG
SEÚL, Corea del Sur (AP) — La comisión de la verdad de Corea del Sur ha concluido que el gobierno es responsable de facilitar un programa de adopción extranjera plagado de fraudes y abusos, impulsado por esfuerzos para reducir los costos del estado del bienestar y habilitado por agencias privadas que a menudo manipulaban los antecedentes y orígenes de los niños.
El informe histórico publicado el miércoles siguió a una investigación de casi tres años sobre las denuncias de 367 adoptados en Europa, Estados Unidos y Australia, y supone el examen más completo hasta la fecha sobre las adopciones extranjeras de Corea del Sur, que alcanzaron su punto máximo bajo una sucesión de gobiernos militares en las décadas de 1970 y 1980.
La Comisión de Verdad y Reconciliación, un panel de investigación designado por el gobierno, afirma que completó investigaciones sobre 56 denuncias y tiene como objetivo revisar los casos restantes antes de que su mandato expire a finales de mayo.
Los hallazgos de la comisión se alinearon en gran medida con reportes previos de The Associated Press. Las investigaciones de AP, que también fueron documentadas por Frontline (PBS), detallaron cómo el gobierno de Corea del Sur, países occidentales y agencias de adopción trabajaron en conjunto para suministrar unos 200.000 niños coreanos a padres en el extranjero, a pesar de años de evidencia de que muchos fueron obtenidos a través de medios cuestionables o francamente inescrupulosos.
Las naciones occidentales ignoraron estos problemas y a veces presionaron a Corea del Sur para que continuara enviando niños mientras se centraban en satisfacer sus enormes demandas internas de bebés.
La comisión recomendó que el gobierno de Corea del Sur emita una disculpa oficial por los problemas que identificó y desarrolle planes para abordar las denuncias de los adoptados que descubrieron que los orígenes biológicos en sus documentos de adopción fueron falsificados.
También instó al gobierno a investigar las brechas de ciudadanía entre los adoptados enviados a Estados Unidos —el mayor receptor de niños coreanos con diferencia— y a implementar medidas para ayudar a aquellos sin ciudadanía, que podrían contarse por miles.
El gobierno de Corea del Sur nunca ha reconocido responsabilidad directa por los problemas relacionados con adopciones pasadas, que han atraído una creciente atención internacional en medio de críticas de que miles de niños fueron separados de forma descuidada o innecesaria de sus familias biológicas.
El Ministerio de Salud y Bienestar, el departamento gubernamental que maneja los asuntos de adopción, no comentó de inmediato sobre el informe de la comisión.
Algunos adoptados criticaron el informe, diciendo que no establece suficientemente la complicidad del gobierno y que sus recomendaciones eran demasiado débiles.